La confección de las crónicas de la Resistencia, con carácter de documentos reservados, fue encargada a Oscar de la Calle, periodista, por una orden escrita de la comandancia estratégica del 31 de diciembre de 1998 (CE-O-311298).
Su finalidad fue dejar constancia de los
acontecimientos previos a la invasión y de las acciones emprendidas por la Resistencia y del Movimiento de Liberación como su fuerza principal. En la orden se establecía taxativamente que debían
estar escritas en clave y sólo en caso de vencer podrían ser decodificadas y
dadas a conocer por quien Oscar designara.
3 de enero de 1999
A principios de enero, tal como lo había
entrevisto el Errante luego de la
tormenta, los días se van haciendo más cortos, mientras las noches parecen
eternas.
Geógrafos, astrónomos, físicos y meteorólogos
no encuentran explicación coherente al fenómeno. Los medios de comunicación multiplican la
incertidumbre, al tiempo que reavivan, por efecto contrario, la necesidad de
acercamiento entre las personas.
10 de enero
A propósito de la organización de la Resistencia, por votación, a la mayoría
le ha parecido conveniente la organización por comandos zonales. Cada una de
ellas comprenderá tres o cuatro barrios donde los integrantes se mueven “como
pez en el agua”.
Entre tantas cuestiones emergentes, asoma una
central: la participación de los ciudadanos en la organización.
Mateo, acompañado por el Matemático -M. Ispro-, Pedro Abella y Carlos Távola -Carlitos
el Trovador- sostienen que no hay que
propagar información alguna acerca de lo que vendrá.
Están convencidos que el horror paralizará a
la gente común y que, por eso mismo, serán muy vulnerables.
Jorge Gamarra, el Errante y este cronista, argumentamos que es necesario “abrir el
juego” progresivamente. Confiar en la gente, sobre todo si existe cierto
conocimiento mutuo.
El resto de los otros integrantes, fluctúan
entre una posición y otra.
Finalmente, después de varias horas de debate,
triunfa una posición intermedia: convocaremos sólo a los antiguos compañeros de
lucha, con alguna experiencia en la doble práctica.
Terminada la votación, el Comandante pronuncia una vibrante arenga donde recalca la
transitoriedad de la organización cerrada y advierte contra la tentación
vanguardista.
17 de enero
Con agudo sentido de la necesidad, Daniel
Vizzini propone abrir Centros de
Solidaridad Popular (CSP) en toda la ciudad, como apoyatura de la
organización territorial. Estamos de acuerdo, pero se le advierte que los CSP
podrían ser los primeros blancos de los biothanati.
Se aprueba establecer un CSP por zona, dejando
la decisión de desocuparlos, en manos del Errante.
20 de enero
Organización territorial (esquema provisorio)
La zona I, con foco en el Parque Lezama,
presunto lugar del desembarco, comprende San Telmo, Constitución, Barracas y la
Boca. El responsable de esta área es Juan de Asúa, ex-sacerdote, ex-obrero
gráfico, corrector. En la II, que abarca Parque de los Patricios, San Cristóbal
y Pompeya, el mando lo tiene Telmo Gotilla -el
Caminador- herrero por oficio y vocación. El Centro funciona en una ruinosa casa, sobre Humberto I casi llegando
a Sarandí.
Parque Chacabuco, Boedo, Almagro y Caballito
-la zona III- están bajo la conducción de Mateo Soler, médico y viejo habitué
del Parque. En un extremo, sobre Achával, instala el CSP de la zona.
El macro y microcentro hasta Recoleta, o sea
la zona IV (Balvanera, Montserrat, San Nicolás, Retiro) es controlada por el Matemático. Tiene su núcleo en un
galpón ferroviario de principios de siglo que subsistió a la ola privatizadora
de los ‘90.
Casi sin dudas, las áreas mencionadas estarán,
según lo previsto, en la primera línea de combate.
Jorge Gamarra, por su parte, se encuentra
organizando a pasos acelerados todo el sudoeste porteño -zona V- con eje en
Villa Lugano, donde trabajó durante veinticinco años en distintas
curtiembres. En el club "Don
Atahualpa", de la calle Unanué, reúne a un grupo reducido pero activísimo.
No muy lejos del centro mencionado, en la Sociedad de Fomento “Pedro
Scalabrini”, este cronista tendrá provisoriamente a su cargo los barrios de
Parque Avellaneda, Floresta, Villa Luro y Liniers (zona VI).
Las zonas del noroeste de la metrópolis, VII,
VIII, X y XI, cuyo límite sur es una línea imaginaria prolongación de Juan B.
Justo, quedaron bajo la conducción de Daniel Vizzini, Santiago Vélez, Pedro
Abella y Carlos Távola, respectivamente, tenaces y probos luchadores.
La IX, por su rol logístico clave, fue
encomendada a Daniel Mavied, abogado con dotes de eficaz administrador. Se le
destinó la trabajosa tarea de armar una línea de abastecimiento a lo largo de
la Av. Rivadavia, desde el Bajo hasta la estación Nazca del subte “A”.
24 de enero
El
Errante,
ha decidido establecer la comandancia estratégica en su barrio, Villa Crespo, y
tener el control sobre el área, en forma directa. Prefiere, siguiendo una vieja
doctrina militar, no hallarse demasiado cerca del teatro de operaciones, que se
restringirá, de acuerdo a sus predicciones, al sur-sudeste de la ciudad, “allí
donde comenzó todo: el barro, los navíos y la narración”.
4 de febrero
Programadas en detalle por la comisión que
encabezó D. Mavied, las tareas preparatorias están a punto de concluir de
acuerdo con el Cronograma del Nublado
Novilunio.
La vigilia, a partir de ahora, se hará más
angustiosa y las reuniones se multiplicarán para considerar todas las opciones
militares posibles. Entre ellas, se estudia ampliar el número de milicianos y
milicianas en la primera línea de combate.
Hasta el día de hoy, cada zona cuenta con 500,
entre combatientes (un 70 %) y auxiliares. El casi disuelto Partido de los Pobres
viene aportando su estructura superviviente. Otro tanto, lo acerca la Nueva Unidad Federativa, de inspiración anarcosindicalista.
12 de febrero
Bien cerca de la comandancia estratégica, en
Corrientes y Serrano, se ha montado el Centro
Electrónico de Comunicaciones, con poderosos equipos de emisión y rastreo
radiofónico. Una guardia permanente, protege las
instalaciones, aunque se han tomado recaudos en caso de su inutilización por
parte del Enemigo o de las fuerzas de
seguridad del Sistema: una red de
correos y postas se desperdigan por todo el territorio urbano.
Por la tarde, el Comandante ordena efectuar un nuevo relevamiento de túneles, colectores y
la red de desagües de toda la ciudad. Encomienda la tarea al Matemático, quien convoca a sus fieles colegas y estudiantes.
19 de febrero
El cuartel general es un hormiguero, pero a
partir de detectar sospechas por parte de un “buchón” de la policía del Sistema, resolvimos
ajustar las medidas de protección. A partir de mañana, se realizarán en lugares
fijados por cada comando zonal con dos horas de antelación. El Comandante
nombra formalmente al Matemático,
jefe de Inteligencia y Comunicaciones, que de hecho venía ocupándose en esas
tareas. Santiago Vélez se aprestará, por
su parte, en la Contrainteligencia.
27 de febrero
Ante la proximidad de las Pascuas, el Movimiento convocó a una celebración
ecuménica y a una serie de actos “por la Paz y el Bien”. En los encuentros
interreligiosos, el Errante exhortará
a meditar sobre el significado del Mal en
la Tierra (*) y a ratificar el compromiso en favor de los que sufren, en
especial los ancianos, viudas, niños, pobres y enfermos.
3 de marzo
En la reunión semanal de los comandantes de
zona, se adivina por primera vez, un común sentimiento de orfandad. La
tribulación embarga el ámbito.
Mateo Soler exhorta a “cuidar el Hombre Primordial que cada uno guarda como una semilla y
hacerlo germinar y florecer y a seguir unidos, pese a los grandes peligros
inminentes”, mientras que Santiago Vélez enciende el ambiente con su Oración para la Victoria del Hombre
Primordial. Un profundo silencio llena de sentido el salón
fomentista de Villa Ortúzar.
6 de marzo
En vísperas de la irrupción del Divisor, las calles viven un tercer
enrarecimiento: ya no es el prodigio que llegó con la tormenta ni el
acortamiento del día, sino la distorsión del campo magnético. Las
comunicaciones radioeléctricas se escuchan con ruidos de origen indefinido. Comprobamos que la totalidad de las
frecuencias están afectadas. El Matemático
trabaja de lleno en la creación de un dispositivo que neutralice el fenómeno. El temor generalizado se agrava. Los CSP
reciben más gente. Se organizan grupos de autodefensa en cada una de las zonas.
Incluyen el socorro sanitario y espiritual. La prioridad es cuidar la vida e integridad de
los ciudadanos.
9 de marzo
Hacia el fin de la jornada, el Errante nos sorprende: nombra a
Daniel Vizzini para que lo suceda, en caso de morir o quedar imposibilitado de
conducir las acciones.
Simultáneamente, instruye a los comandos
zonales a fin de que ubiquen centros de reunión alternativos a los ya
instalados.
A las milicias urbanas que conduce el
Movimiento, se suman pequeños grupos que progresivamente van adquiriendo
conciencia de que están por ocurrir acontecimientos extraordinarios en pocos
días más. Sin excepción, se subordinan al mando del Errante. Algunos, como las Juventud Obrera-Comando Nacional ya tenían una clara referencia
de la trayectoria del Comandante. Otros como Acción Directa y el Frente Popular de
Vanguardia se vinculan por intermedio de Santiago Vélez.
Los nucleamientos aportan casi 5000 mujeres y
hombres, a los casi 6000 de la Organización Militar de la Resistencia.
11 de marzo
Se crean las Fuerzas Especiales de Infantería (FEI), compuesta por tres
secciones de 30 combatientes cada una. Las comanda Carlos Távola, ex-oficial
del Ejército, luego abogado.Para cubrir su puesto, el Errante designó al voluntarioso Pedro Abella, quien reunirá bajo
su responsabilidad las zonas X y XI.
El artefacto neutralizador de interferencias,
ideado por el Matemático, funciona en
forma óptima.
13 de marzo
El tiempo se avecina. Las Pascuas se acercan. Faltan
pocos días para el Domingo de Resurrección y los dispositivos de defensa están
consolidados y las metas, militares y
civiles, totalmente cumplidas. La tensión en el Movimiento va in crescendo, lo que es un buen síntoma.
Domingo de Ramos
Hoy resultó un día tranquilo. Pocas reuniones
y sol espléndido. Recorrimos las calles y a media tarde recalamos en la
Costanera Sur. Allí mantuvimos una charla de una hora con Laura, líder de un grupo
rebelde de la 8°, intercambiando opiniones sobre la marcha general del gobierno
autónomo.
Con mucha cautela, pasamos de hablar de lo político a los fenómenos
“anómalos” ocurridos en los últimos meses. Laura estuvo inquieta, aunque lo
disimuló con chistes procaces y preguntas socarronas. Nos dispersamos cerca de
las 18.00, luego de la partida del activismo del barrio de San Cristóbal, no
sin antes repasar los futuros pasos del grupo y los círculos concéntricos que
se iban gestando.
Lunes
Unos minutos después de la medianoche de
domingo, mientras nos hallamos reunidos los
Doce en el patio del bar de la Av. Rivadavia al 9700 (“Los Hermanos”), una densa
niebla roja casi morada, cubre la luna, que vuelve a semejar un ojo lleno de
sangre.
El Matemático,
con un equipo portátil de comunicaciones, se pone en contacto con los puestos
de rastreo y detección. Los radares y antenas captan extraños y lúgubres
sonidos.
Ordena tomas fotográficas y fílmicas desde la
base de San Telmo.
Las calles y avenidas se vacían en minutos y flota
un ambiente de pánico contenido.
El prodigio es extiende por tres horas, hasta
las 03.38. La temperatura baja a 0°, algo inhabitual para la época, en tanto el
viento sopla a 50 km/hora.
Los medios de comunicación masivos hablan de
"experimentos" y “nuevas armas” de la principal superpotencia, el
Nuevo Imperio pero el núcleo del Movimiento sabe que es la cuarta señal.
A las 5 de la madrugada, utilizando la red de
correos y postas, el Comandante
instruye:
1) Colocar a toda la Organización en alerta naranja.
2) Iniciar a partir de las 00.00 del martes,
las rondas de patrullas nocturnas en todos los barrios, las que deberán
conducirse con suma discreción.
3) Destacar un grupo de vanguardia de las FEI
en las cercanías del Parque Lezama.
Cerca de las 06.15, las radios informan que en
el Parque Ameghino, en Barracas, se encontraron árboles quemados con la
inscripción S.M.C.U.I.O.M., que el
Errante descifra rápidamente. Se corresponden a las iniciales de la frase en
latín que dicen:
Sic malum crevit unicum in omne malum
(Así la
manzana única ha crecido para la desdicha general)
la media hora, un informante de la red de
inteligencia llega hasta las autoridades del Centro Electrónico de
Comunicaciones (CEC). Su parte registra lo
que la crónica periodística oculta. Un dato aterrador: al pie de los árboles se
hallaron restos de cuerpos humanos.¿Omofagia
ritual ejercida por los seres abominables?
Miércoles Santo
Entre ayer y hoy, el servicio de Inteligencia
del Movimiento ha investigado los
hechos de Barracas, ofreciendo un reporte exhaustivo, de más de veinte páginas.
No quedan dudas de la participación de las
fuerzas de la oscuridad y de que actúa alguna fuerza adelantada que prepara la
llegada del Actor Necesario.
La ola de frío cubre la ciudad y la
temperatura ambiental baja aún más. Llueve desde las 07.00 hasta las 21.00. A las 17.25 el CEC vuelve a registrar
interferencias y sonidos nunca antes escuchados.
En las recorridas de rutina comprobamos un
estado de psicosis generalizado. Aparecen los pseudo-profetas, émulos de
Nostradamus, anunciando el fin de los tiempos.
A las 21.45 la base de San Telmo percibe
radiaciones en el Parque Lezama, muy cerca del templete griego, sobre Martín
García.
Juan el
Menor
solicita allegarse hasta el lugar, pero el
Errante se lo prohíbe.
Quiere a cada comandante táctico en sus
puestos, por lo menos hasta obtener mayores certezas.
Jueves Santo
Desde la mañana los templos de todos los
credos están colmados.
En este día nublado, el Errante nos reúne a los Once
en una última cena antes de la Epifanía
del Oscuro. Sin intención de emular el acto eucarístico, bendice el Pan de Vida, que para él es el Amor. Después, lee su Oda al Combatiente Luminoso.
Conmovido, nos pide que permanezcamos unidos,
como hermanos de una única aldea: la de los seres humanos. Hacia el anochecer,
20.19 exactamente, cae una llovizna de sangre. La truculencia y la consecuente repugnancia
ante lo macabro de hecho, ahondan más el terror.
El Comandante decreta el alerta roja. Movilización general. Los responsables de cada
zona, de acuerdo a las instrucciones superiores, ordenan desalojar los Centros de Solidaridad Popular.
A las
22.00 las fuerzas de seguridad de la plutocracia han desertado. Las calles
están desiertas. Luego, se desliza una delicada lluvia de pétalos sobre la
línea del horizonte. Cerca de la medianoche, grandes bandadas de pájaros con
alas de murciélago generan vientos gélidos. Los chillidos son estremecedores.
La
señal dura quince minutos. Nos aprestamos para la lucha.
Viernes Santo
El Errante
instruye trasladarme a la zona de Parque Lezama, donde se producirá uno de los
hechos más perturbadores de la historia universal: la aparición del Enemigo en su forma más presencial y pública,
hoy Viernes Santo del último año impar del segundo milenio.
Seré un cronista privilegiado del terrible
suceso. Confía en mi instinto y afán de descubrimiento. No quiere exponerme, pero exige que sea los
ojos de los que no pueden ver, en los dos registros, metafórico y literal.
Me
he preparado durante mucho tiempo para un momento así y si bien he cubierto episodios dantescos, crueles y absurdos, me advierto a cada momento: esto no es humano. Únicamente la
Providencia sabe el horror que nos espera.
A las 9.00 partiré hacia lo espeluznante,
hasta más allá de la primera línea, junto a una patrulla de avanzada de las
FEI, cinco milicianos en total.
Daniel Vizzini, hombre de pocas palabras,
quedará al mando de la zona VI.
Llevo, por cábala, la pistola con varios
cargadores (aunque no sé de que nos podrá servir) y algunos objetos de rigor: un cronógrafo, bolígrafos, guantes de cuero, anotadores, grabador y cámara pentax,
con accesorios. Hasta tomé el recaudo de desempolvar los borceguíes. Son las 8.45 y el sol es muy débil. El gallo de la casa vecina no ha cantado. Espero
con ansiedad el relevo.
El poder de las tinieblas no deja de crecer.
Nubes azulinas con formas infernales surgen y desaparecen. Nadie transita las
calles, excepto nuestro vehículo y algunas ambulancias.
Los rastros de la lluvia de sangre todavía
permanecen en veredas, calzadas, techos y frentes de viviendas. Comenzamos a
oler el miedo. A las 11.23, una niebla ámbar, de cierta densidad, desciende a la altura de
Parque Patricios y se expande en todas direcciones Aviso la novedad al
comando zonal correspondiente.
El Errante
nos exige los recaudos de rigor frente al gas
alquímico (azufre negro) que sume a los que lo inhalan en
un profundo sopor. En ocasiones es causante de un proceso de deterioro neurológico
progresivo que culmina en la demencia.
Seguimos en camino hacia el Parque.
(*) NOTA DEL CRONISTA
Hasta su madurez, el Errante nunca había creído en la existencia real del Maligno. Un viaje a Tierra Santa en 1993
le permitió volcar esta opinión. La visita a una gruta aledaña al Mar Muerto le
abrió una ventana al único sobreviviente de la comunidad esenia. Luego de una disputatio sobre teología de varios días
con Amós -tal el nombre del esenio- el Errante concluyó siendo su amigo,
seducido por la honestidad intelectual, el conocimiento y humildad del fugaz antagonista. Al entrar en confianza, el
esenio le reveló documentos que atestiguan la presencia concreta del Adversario a lo largo de los tiempos,
entre ellos los rollos Némesis 5,6 y Epítome 12,10.
Para cuando lo conocí, el Errante, de origen judío -su nombre verdadero era Ezequiel
Elías- había recorrido un camino que iba desde la secta de los piadosos (jassidim)
hasta los cristianos sin iglesia, siendo Amós el mentor de su conversión. Más
tarde, formó parte durante un año y medio de una comunidad eclesial de base,
aunque se desencantó por razones que desconocemos.
Ezequiel Elías era doctor en teología y
filosofía, especializándose en hermenéutica. También se dedicó a la historia de
las religiones y en forma exhaustiva a los símbolos y mitos. Creía que nuestro
horizonte intelectual es tributario de los griegos, aunque el trasfondo anímico
tiene el sello indeleble de la experiencia judeo-cristiana.
Lector empedernido, sus autores favoritos eran Proudhon y Sorel. Entre los clásicos
prefería a Horacio, Dante y Hölderlin. Su filósofo amado: Soren Kierkegaard.
A la vez hombre de acción, conciliaba, a mi
entender, la vertiente más fuerte del pathos
judeo-cristiano con el arquetipo del héroe trágico griego.
Glosario
Cronograma
del Nublado Novilunio:
los cálculos astronómicos de Juan el
Menor lo habían llevado a organizar un cronograma de hechos fastos y
nefastos que sólo conocieron los miembros de la Fraternidad. Se iniciaba con luna nueva, simbolismo de la plenitud
del poder de lo nocturno y finalizaba en cuarto menguante.
Actor
Necesario:
el Errante estaba convencido de que
en el drama humano, la Providencia se reveló por medio de un libreto de alcance
suprahistórico, en el cual el demonio jugaba un papel asignado de antemano, al
igual que Judas Iscariote.
Epifanía (gr.): manifestación de
lo “completamente diferente” en nuestra realidad “natural”. La encarnación de
Cristo, es, por ejemplo, una teofanía.
Disputatio (lat.): disputa
teológica o filosófica, regida por estrictas reglas y condiciones.